Mi primera compu


Navengando sin rumbo por la web en este día lluvioso me encontré con un artículo en Techyshit.com que enumera 10 computadoras de otras épocas que en la actualidad tienen precios exhorbitantes. Me acordé inmediatamente de mi querida Texas Instruments TI 99-4A (ver foto), la primera computadora que tuvimos mi hermano y yo en la década del 80. En 1984 la computación personal era una novedad absoluta, y más todavía en nuestra ciudad.

La vimos por primera vez en la vidriera del único negocio de venta de instrumentos musicales. El dueño la había traído de USA y la utilizaba como una atracción en su negocio. No me acuerdo si fue mi hermano el primero en decidir que la quería o si fui yo, pero fue una de las pocas cosas en las que estuvimos de acuerdo en nuestra adolescencia: debíamos tener una. Ni siquiera sabíamos para qué, pero era la novedad e intuíamos que atrás de eso había algo.

Ejercimos la correspondiente presión familiar para tener una, y un día -sospecho que para no escucharnos hablar más del tema- una de las primeras computadoras personales de mi ciudad (tal vez la primera), aterrizó en casa de la mano de mi papá. El dueño no la tenía en venta pero él la consiguió. Dicen que la obstinación es hereditaria.

No venía con monitor, era algo así como un teclado grande con un slot para cartuchos y una salida para conectar a la tele. A los diez minutos estábamos jugando con los dos únicos cartuchos que traía: los juegos Pac-Man y Space Invaders, que en ese momento eran el último grito tech. Ni qué decir que fue toda una atracción, principalmente entre los amigos de mi hermano. Adolescentes de 14 años embobados frente a la tele mientras el muñequito de Pac-Man hacía de las suyas. Mis hijos se reirían bastante si hoy vieran esa escena.

Eso no quedó ahí, porque con nuestros ahorros viajamos a comprar más cartuchos con juegos a la capital. Eran los primeros que llegaban y costaban carísimos. Después avanzamos un paso más y comenzamos a programar en Basic juegos como el Ahorcado y la Viborita, utilizando libros importados que enseñaban algo de programación. Más adelante hicimos algunos programitas utilitarios, como una calculadora. Primero los escribíamos en una hoja con lápiz (para borrar los errores) y cuando parecía que estaba todo bien los pasábamos a la máquina.

Como no tenía disco rígido ni nada que se le pareciese, ni siquiera floppy disks, había que grabar los programas en cintas de casettes con un grabador conectado mediante un cable. Nuestro viejo grabador Panasonic pasó a formar parte del mundo informático. De las canciones de ABBA a los ruidos de los programitas en Basic.

Hemos recorrido un largo camino desde esa compu de 1984 hasta las notebooks que tenemos hoy. Nada menos que 25 años, y muchas computadoras quedaron atrás. Creo que la vieja TI de alguna manera influyó en la elección de la carrera de mi hermano, que es licenciado en sistemas y se dedica al tema de redes (y algo más que no me acuerdo el nombre). Tiene dos trabajos en el rubro, es decir, dedicación más que full time. Lo que fue un hobby de adolescentes para él se transformó en su modo de vida, y le va muy bien.

Lo mío nada que ver profesionalmente hablando, pero siempre me interesó el mundo de la computación, y creo que se lo contagié a mi hijo desde muy chico. Parece increíble que hoy él tenga la misma edad -14 años- que tenía mi hermano cuando la vieja TI llegó a casa.


3 que dicen...:

  1. Floripondia Says:

    Increible como pasa el tiempo y con ello todo.

    Yo nii conocia esa compu, pero es genial.

    Besos :)

  2. Clari Says:

    a eso le llamo yo vocación!

  3. Gabriela Says:

    Es cierto Flora, las cosas cambian (por suerte) Besos!

    Cl, realmente era su vocación. Y tal vez no la hubiera descubierto si no hubiera tenido esa primera PC. Besos!