Libertad
Posted On jueves, 1 de octubre de 2009 at en 11:58 by Gabriela
Una cosa es libertad y otra muy distinta -hasta diría antagónica- es anarquía. Para que la libertad del hombre -que es un ser eminentemente social- se desarrolle en toda su plenitud, debe existir una sociedad que le garantice ciertas condiciones mínimas de seguridad, subsistencia y desarrollo personal. Y es lógico que todos contribuyamos en la medida de nuestras posibilidades (he aquí el quid de la cuestión) al sostenimiento de un estado que nos garantice la libertad que merecemos.
No se puede hablar de un hombre libre cuando vive en una sociedad con inseguridad, cuando debe parapetarse en su casa tras las rejas porque los delincuentes están sueltos y hacen lo que quieren con la propiedad y la vida de las personas.
No se puede hablar de un hombre libre cuando está enfermo, no tiene medicamentos para tratar sus enfermedades, no puede acceder a tratamientos médicos que le ayuden a subsistir o a mejorar su calidad de vida. Es esclavo de sus dolencias físicas.
Y principalmente, no se puede hablar de un hombre libre cuando es ignorante, cuando no tiene una mínima educación que le permita un desarrollo intelectual y espiritual de acuerdo a sus deseos y necesidades personales, así como el acceso a los bienes culturales de la humanidad.
El tema no es aniquilar el estado si es ineficiente. El tema es modificarlo, reestructurarlo e intentar ponerlo en las manos adecuadas para desarrollarnos como seres humanos con derechos y obligaciones. Lo contrario sería volver a la ley de la selva, vivir como animales. Lamentablemente, la ineficiencia de los estados a veces nos hace pensar que estamos regresando a eso.
Estoy aburrida
Posted On sábado, 26 de septiembre de 2009 at en 8:28 by Gabriela
Nada me entusiasma, todo me aburre, ya no sé que excusa inventar para no ir a los lugares que me invitan, me molesta que me miren, todo me parece repetido, no tengo ganas de nada y me siento atrapada por un montón de manos invisibles. En fin...
¿Y si empezamos de nuevo?...
Posted On lunes, 17 de agosto de 2009 at en 2:33 by Gabriela
En 1825 José de San Martín decidió escribir una serie de normas para dirigir la educación de su hija Merceditas. Ellas son:
* Humanizar el carácter y hacerlo sensible, aún con los insectos que nos perjudican.
* Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
* Inspirarle gran confianza y amistad, pero uniendo el respeto.
* Estimular en Mercedes la caridad a los pobres.
* Respeto hacia la propiedad ajena.
* Acostumbrarla a guardar un secreto.
* Inspirarle sentimiento de respeto hacia todas las religiones.
* Dulzura con los criados, pobres y viejos.
* Que hable poco y lo preciso.
* Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
* Amar el aseo y desprecio al lujo.
Hoy 17 de Agosto se conmemora el aniversario de la muerte de José de San Martín, llamado el Padre de la Patria y uno de los pocos hombres públicos ejemplares de la historia argentina.
Palabras
Posted On martes, 11 de agosto de 2009 at en 7:52 by Gabriela
Curioseando en una web de psicología encontré ésto:
Oración de la Gestalt
Yo soy Yo.
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas.
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú.
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
será maravilloso.
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
cuando intento que seas como yo quiero
en vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.
Fritz Perls
Ave Fénix
Posted On martes, 7 de julio de 2009 at en 12:33 by Gabriela
Hoy me levanté como el ave fénix, resurgiendo de mis cenizas, después de más de un mes de sentirme hecha polvo. Todo empezó con un período de mucho trabajo, siguió con un viajecito frustrado por falta de tiempo, problemas de salud de un ser querido (lo que me cayó terriblemente), un pequeño accidente de tránsito y para rematarlo una gripe feroz que me dejó de cama por unos cuantos días.
El cuerpo me dijo basta, y no terminaba de recuperarme. Por suerte ayer comencé a sentir una mejoría y hoy puedo decir que estoy bien, mientras miro salir el sol después de la lluvia y pienso que la vida es muy linda. Realmente lo es, aunque a veces no lo podamos ver. Tal como nos pasa con el sol: aunque no lo veamos siempre está.