Ave Fénix


Hoy me levanté como el ave fénix, resurgiendo de mis cenizas, después de más de un mes de sentirme hecha polvo. Todo empezó con un período de mucho trabajo, siguió con un viajecito frustrado por falta de tiempo, problemas de salud de un ser querido (lo que me cayó terriblemente), un pequeño accidente de tránsito y para rematarlo una gripe feroz que me dejó de cama por unos cuantos días.

El cuerpo me dijo basta, y no terminaba de recuperarme. Por suerte ayer comencé a sentir una mejoría y hoy puedo decir que estoy bien, mientras miro salir el sol después de la lluvia y pienso que la vida es muy linda. Realmente lo es, aunque a veces no lo podamos ver. Tal como nos pasa con el sol: aunque no lo veamos siempre está.