Los lugares oscuros



No son únicamente los que no reciben luz (natural o artificial). Los lugares más oscuros son los que tenemos en la mente y nos cuesta mucho reconocer que están ahí. Son esos sentimientos, sensaciones, impulsos, que no podemos contar a nadie -ni a nosotros mismos- porque nos asusta reconocer que existen.

Mientras por un lado la razón nos dice qué es lo que nos conviene y lo que tenemos que hacer, ellos intentan atraparnos y sumergirnos en sus profundidades.

Y a veces lo logran...